Belén: del rechazo, la droga y la cárcel a un nuevo propósito
Una historia de superación a partir de una niñez solitaria, una conversación que escuchó, la muerte de su abuelo y las palabras de la nieta, marcaron un camino que fue contado en "Tiempo Presente" de FM GENTE.
Lunes, martes y miércoles a partir de las 20: 25 se emite el programa en el 107.1 del dial.
La propuesta incluye además de entrevistas y comentarios de actualidad historias de vida de personas que tienen mejor presente que pasado.
Ese el es caso de Belén.
Recuerda que tuvo una niñez solitaria con madre y padre (que luego supo era padrastro) y comenzó a percibir un "rechazo" que sumó violencia y el impacto del consumo de alcohol por el referente masculino.
Señaló que a los 9 años escuchó una conversación entre su madre y tía donde le quedó claro que ella no era hija del que creia su padre, al igual que la hermana de su madre también tenía un hijo en la misma condición.
Agregó que vivió con dos hermanos, iba a la escuela sola y no recordaba que su madre nunca le hubiera hecho la moña.
Se tornó desobediente y aceptó que robaba útiles en la escuela para darlos a quienes no tenía en busca de aprobación.
Mencionó que a los 17 años dijo que iba a cuidar un niño, pero en realidad fue a un baile donde conoció a un hombre con el cual se fue y la terminó golpeando para retornar un año después embarazada.
Decide viajar a España y cuando está allí le informan que su abuelo (a quien recuerda como un punto de apoyo permanente) se encontraba enfermo.
Optó por regresar a San Carlos contra la opinión de sus patrones que le había hecho un contrato de trabajo por un año.
Alcanzó a visitar a su abuelo en el hospital, pero poco después el hombre falleció.
La desaparición le afectó mucho y con un dinero que había traido puso una casa de comidas que derivó en en un boliche donde la ambición la condujo a la cocaína y el tráfico.
Durante 6 años, noche y día consumió.
Mencionó que estando con su nieta de 1 año y deseando consumir no podía porque la pequeña estaba despierta y quería jugar.
De pronto la niña le dijo "te amo" y se durmió en sus brazos por lo que optó por no drogarse porque no podía estar para ella el otro día a la mañana.
Esa noche la convición de "tenés que cerrar" recuerda haber llegado a su mente, cosa que hizo pese a que estaba a una semana de la presentación de una banda española importante que estaba agendada para su negocio.
Abrió una chivitería en Camino de los Gauchos (ciudad de Maldonado) donde llegó un grupo de jóvenes que entablan relación con ella y termina, sin saber cómo, asaistiendo por primera vez a una reunión en ilgesia evangélica.
Recuerda la experiencia como "algo muy lindo".
"Lloré, pedí perdón y me sentí amada", aseguró.
"Sí se puede salir", afirmó para agregar que "hay oportunidad" y que si pudo ella, pueden otros.
En el presente Belén ayuda a otros con problemas de dependencia y atiende ollas, comedores y merenderos.